Niños que no encajan en el sistema

Hace unos días escuché la historia de un niño que fue derivado por la psicóloga de su colegio a ver a un psiquiatra o neurólogo porque está desmotivado y no está cumpliendo con lo que se le exige.

Un niño de 11 años, en segundo año de pandemia, que está desmotivado con las clases del colegio virtual... y en un colegio de educación “alternativa”.

Wow! Un niño de 11 años, que por segundo año consecutivo no puede disfrutar de estar y compartir con sus pares, que es lo que más le gusta a esa edad, y que está más que comprobado que los niños y las niñas aprenden más de sus pares y en interacción social que de los profesores, que está desmotivado con las clases y las exigencias de su colegio... me parece lo esperable de un niño sano, que puede conectar consigo mismo y que anhela otro tipo de conexión-inspiración y que está encontrando su manera particular de expresarlo.

Me gustaría que ese niño contara con un espacio donde poder expresarse y decidir por sí mismo qué es lo que lo motivaría en estas circunstancias. Me gustaría que alguien que lo escuche y que esté realmente dispuesto a acompañarlo en el camino que a él le nace seguir.

Sentí mucha pena por estos niños y niñas que están, en contra de su voluntad, en este sistema escolar que intenta recortarlos para que quepan en una caja, en vez de escucharlos y acompañarlos a desplegar quienes son en su esencia, que no cabe en una caja.

Y son miles.