El animal educable

Extracto del libro Libres para aprender, de Peter Gary

"Desde un enfoque evolucionista, es razonable afirmar que los seres humanos, ante todo, somos animales educables en un grado que supera con mucho el grado en que lo es cualquier otra especie. La educación, como la definí en el Capítulo 2, es la transmisión cultural. Es la serie de procesos por los que cada generación de seres humanos adquiere y desarrolla las habilidades, el conocimiento, los rituales, las creencias y los valores de la generación anterior. La educación así definida, está vinculada a una categoría especial de aprendizaje. Todos los animales aprenden, pero sólo los seres humanos aprenden de forma significativa de su especie, y de este modo, crean transmiten y desarrollan la cultura de una generación a la siguiente.

Al menos hace dos millones de años nuestra línea genética comenzó a evolucionar, lo que nos hizo más dependientes de la transmisión cultural. Con el paso del tiempo, desarrollamos formas para cazar, recolectar, procesar los alimentos, protegernos de los depredadores, guiar el parto, cuidar a los niños pequeños y combatir enfermedades, todo lo cual dependía de un conocimiento detallado y de habilidades perfeccionadas. Tales conocimientos y habilidades superaban con mucho lo que cualquier individuo o grupo de individuos que vivían juntos podían descubrir por su cuenta. Así, nuestra supervivencia llegó a depender de los logros acumulados de nuestros ancestros; en este proceso cada generación contribuía a desarrollar los logros de sus antepasados. También nos volvimos cada vez más dependientes de nuestra capacidad de cooperar y compartir con otros de nuestra clase, en las tribus y a través de ellas, lo que se requería para la transmisión de las costumbres sociales, los reglamentos, los rituales, los relatos y las creencias y los valores culturales. En pocas palabras, llegamos a depender de la educación.

Cuando la mayor parte de la gente piensa en educación piensa en instrucción escolar. En otras palabras, en la educación como algo que hacen los adultos para instruir a los niños. Pero la educación precedió durante mucho tiempo a la instrucción escolarizada, e incluso hoy en día la mayor parte de la educación tiene lugar fuera de la escuela. Asentar que somos el animal educable significa que nos son inherentes impulsos instintivos para adquirir y desarrollar la cultura en la que nacimos. Actualmente, en la concepción de la mayor parte de la gente, la responsabilidad de la educación reside en los adultos, a quienes les corresponde propiciar que los niños adquieran ciertos elementos culturales sin tomar en cuenta si quieren o no adquirirlos. Pero a lo largo de la historia de la humanidad la responsabilidad de la educación ha recaído en los niños mismos, y todavía sucede así. Desde el momento en que los niños llegan al mundo con impulsos instintivos para comer y beber lo que necesitan para sobrevivir, arriban con impulsos instintivos para educarse a sí mismos, para aprender lo que necesitan para convertirse en miembros efectivos de la cultura de su entorno y de este modo poder sobrevivir. Esos impulsos instintivos, en un sentido amplio, son la curiosidad, el carácter lúdico y la sociabilidad.

La selección natural obra en gran medida consolidando y modificando las estructuras y los instintos que ya se encuentran presentes. Todos los mamíferos son, en cierto grado, curiosos, juguetones y sociables. Sin embargo en nuestra especie estos rasgos se han ampliado y conformado de manera que satisfagan nuestras necesidades educativas básicas".